El 28 de octubre sufrimos una avería que afectó a varios equipos de nuestro armario servidor: falló la conexión del radioenlace, se desconfiguró el router, se quemó el cortafuegos y se estropeó el switch principal.
Esto ha dado lugar a una tortuosa incidencia cuya tramitación ha requerido innumerables llamadas telefónicas, la redacción de cartas e informes, la actuación de técnicos de varias empresas y la intervención de los responsables de equipamiento TIC: Javier Rasero y Alonso Villa (ISE) y José Antonio Agromayor y José Antonio Serrano (CGA), a quienes queremos agradecer su interés personal en la resolución de nuestros problemas.
No obstante, a pesar de estos esfuerzos, hemos estado demasiado tiempo sin poder acceder a la plataforma y sin conexión a Internet, lo cual ha afectado gravemente al desarrollo de nuestras clases y al trabajo de nuestros alumnos: a los grupos de enseñanza semipresencial, al uso de los libros digitales, a las clases de Informática y de muchas otras materias que, cada vez más, utilizan recursos digitales, a la difusión de nuestras actividades, a la comunicación con las familias, etc.
Han pasado 7 semanas desde que se produjo la incidencia; algo menos teniendo que cuenta que el servicio se restableció parcialmente la semana pasada. Se pueden contar los días sin conexión, calcular las horas de trabajo, valorar el coste de los equipos… pero es muy difícil cuantificar el daño que una avería de este tipo provoca en el trabajo de toda la comunidad educativa.