EXCURSIÓN DE “ADULTOS” A MÁLAGA

La enseñanza semipresencial nos ofrece muy pocas oportunidades a los “adultos” para salir de excursión. Será por ello que las aprovechamos tan bien. El pasado 6 de Febrero un grupo de 51 alumnos, de la ESPA y el Bachilerato de Ciencias, y algunos de nosotros, hicimos una excursión inolvidable a Málaga. La actividad, organizada y gestionada por Juan Morales y José Manuel Alcántara, tuvo un doble programa.

Por la mañana, visitamos el Museo Picasso donde, divididos en dos grupos y guiados por magníficas monitoras, aprendimos mucho sobre Picasso: sus innovaciones revolucionarias, la amplia variedad de estilos, materiales y técnicas que dominó, su visión del clasicismo, pasando por los planos superpuestos del cubismo y sus interpretaciones de los grandes maestros. Lástima que no se pudiesen hacer fotografías dentro del museo (un par de fotos “ilegales” demuestran la grandeza de lo que allí vimos). Pero el arte de nuestras monitoras se notó, no sólo en su gran conocimiento del artista, sino en la forma en que propiciaron que todos los alumnos, unos tras otros, fuesen sacando de su interior interpretaciones de lo que allí veíamos, al principio timídamente y luego ya sin temor al error. Picasso usualmente no daba interpretación de sus obras pero éstas, sin embargo, se prestan a múltiples interpretaciones. Una experiencia única.

Luego, despojados de toda timidez ante nuestras propias interpretaciones, visitamos de forma libre la exposición temporal de Hilma Af Klint (1862-1944), pionera de la abstracción. La mayoría de sus obras nunca llegaron a exponerse en vida de la artista sueca, que no quiso que se mostraran hasta veinte años después de su muerte. Sentía que antes no serían comprendidas.

El almuerzo, bajo un sol radiante, en la playa de la Malagueta, nos preparó para la segunda parte del programa, la visita al Centro Principia. Comenzamos en la Sala Faraday con una sesión de experimentos de electromagnetismo, en la que los alumnos participaron activamente, y algunas experiencias con descargas de alto voltaje que, literalmente, puso los pelos de punta a más de uno. Tras las experiencias relacionadas con la presión atmosférica y el vacío, Rubén, nuestro monitor, nos deslumbró con reacciones químicas sorprendentes: cambio espontáneo de colores, agua que no cae y otros experimentos que nos hicieron creer en la magia y aplaudir como niños.

Una mirada al “cielo” del Planetario del Principia nos permitió, gracias a su proyector digital, trasladarnos a diversos lugares del universo y reconocer algunas de las constelaciones más significativas de nuestro hemisferio. Incluso viajamos a Andrómeda, nuestra galaxia más cercana. Acabamos nuestra estancia en el Centro Principia jugando en la sala de exposiciones “Profesor Tomás Hormigo” con los más de setenta módulos interactivos de distinta temática científica que allí se encuentran.

Informa: Nuria Anaya

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *