Pamplona, 11 de marzo de 2012
06:35. Desayuno en el albergue. Después de más de 12 horas en el autocar y pocas horas de sueño, los chicos no tienen muy buena cara. Las «galletas de hospital» tampoco ayudan mucho. Alguno se atreve con un bocadillo de chorizo. ¡Hay que tener estómago!
07:45. Llegamos al RefeNA. El registro es rápido: somos 34 equipos y nos dan el número… 34. ¡Vaya, hombre! Somos los últimos en todas las rondas. ¿Será un mal augurio? Algunos equipos llegan superpreparados, con unos robots impresionantes.
09:15. Entrenamiento en el pit. Estamos rodeados por los mejores equipos de España, tenemos que aprender y disfrutarlo. Probamos nuestras misiones en la mesa de entrenamiento y parece que van bien.
10:10. En la zona de competición hay un ambiente increíble: voluntarios, árbitros, presentadores, música y mucho público animando en las gradas. Todo está muy bien organizado.
10:20. Primera ronda. Empiezan Abraham y Manolo. Parecen tranquilos. Cogen los peces y golpean a las bacterias; el camión se escapa a la primera, pero lo recogemos después. La rata cae dentro de la caja y también cogemos el maíz. Colocamos el pez pequeño. Nos falta la última misión, hay que apuntar bien: el robot rodea la pizza, tira el dispensador de bacterias, gira, -quedan pocos segundos-, y cumpliendo los 2’30» tira las últimas bacterias y toca la pared. ¡Todas nuestras misiones cumplidas! Esperamos la puntuación: ¡¡159 puntos!! Saltamos de alegría. En la 1ª ronda hemos mejorado en 45 puntos nuestra mejor marca de Córdoba. Nos ponemos sextos.
11:00. De vuelta al pit, sabemos que esa es nuestra máxima puntuación posible. Hemos trabajado mucho la última semana para ajustar los programas y nos han salido a la primera. Estamos muy tranquilos y satisfechos, pero somos conscientes de que otros equipos con unos programas muy buenos nos van a adelantar.
11:45. Segunda ronda. Les toca a Andrés y David Pérez. Empiezan bien, pero al colocar uno de los accesorios, se sale un motor. Lo reparan sobre la marcha y continúan. Se ha perdido un tiempo precioso. Se escapa la rata y no hay tiempo a completar la última misión. Total: 108 puntos. No importa, lo han hecho bien.
12:05. Nos vamos para la sala a presentar nuestros proyectos. El jurado es amable, pero inflexible. Me acerco a preparar el ordenador y me «sugieren» que lo haga uno de los chicos. No me dejan pasar de una línea imaginaria que separa al público de los participantes. Con los nervios, casi se me olvida darles los vasos de leche para hacer el experimento.
12:15. Empieza la presentación del PROYECTO CIENTÍFICO (ver artículo). Manolo, Andrés y Abraham hablan muy bien: con propiedad, vocalizando -gracias a Lola y a Maite-. Lo han ensayado varias veces y cada vez les sale mejor. David Pérez coloca el robot y toma la temperatura de la leche. Rafa dice los agradecimientos. Luego, llega el turno de preguntas y no se cortan ante el jurado.
A continuación tenemos previsto enseñar nuestro vídeo sobre el PROYECTO TÉCNICO, pero los jueces llaman a uno de los chicos a la mesa para realizar alguna misión. Lo hace David Moreno y Manolo le echa una mano.
Me muerdo la lengua para no intervenir y les hago señas para que pongan el vídeo. Los jueces están con un ojo en la mesa y otro en el vídeo. Habíamos ensayado una entrevista de Fran a Rafa y Paco, pero nos han cambiado el orden.
Nos queda presentar nuestro trabajo sobre los VALORES FLL. Juanma lo hace muy bien. Durante todo el tiempo, Vero ha interpretado los proyectos a la Lengua de Signos, dando muy buena impresión. Sólo nos resta poner el vídeo. Es muy emotivo. Alguno me confesará después que casi se le saltan las lágrimas.
12:45. Hemos dejado atrás los nervios, la presión. Los equipos que han intervenido antes que nosotros en ese tribunal son de los más fuertes del campeonato. Ya sólo nos falta la última ronda con el robot. Les toca a Juanma y a Fran, que ya habían salido los últimos en el torneo de Córdoba y tenían experiencia del año pasado.
13:05. Nos vamos para la zona de competición. Cinco minutos antes de su actuación, Fran sube a las gradas. Le hago señales para que baje, pero Juanma me dice que su compañero no se encuentra muy bien. En el entrenamiento previo ha fallado un par de veces la primera misión y ha perdido la confianza. Durante la preparación del torneo les he dejado que se organicen entre ellos, interviniendo lo mínimo posible, pero esta vez no quiero dejarlo pasar. Subo corriendo las escaleras. Me da igual lo que me diga, quiero que salga él. Fran es, probablemente, quien más horas ha echado por la tarde en el instituto y quien mejor conoce los programas. Lo convenzo y bajamos justo antes de que nos toque participar.
13:10. Última ronda. Casi todos los equipos han terminado y están pendientes de nosotros. Los padres, los chicos de 3º ESO, los profesores, los compañeros del Tecnocolonial, todos están animándonos. Empieza la cuenta atrás: First, Lego, League… Fran y Juanma van encadenando las misiones, una tras otra sin errores. En la última, el robot roza contra una pared y sólo falla al tirar uno de los dispensadores de bacterias. Deciden dejarlo para evitar la penalización. Ha sobrado tiempo y la puntuación es muy alta: 151 puntos. ¡Por fin se han sacado la espina!
Lo que vino a continuación fue muy emocionante. La entrega de medallas, los premios… y sobre todo mucho compañerismo.
Todos hemos vivido una experiencia muy bonita que será difícil de olvidar.