El alumnado de 2° del Ciclo Cuperior de Educación Infantil ha disfrutado esta semana de varias jornadas de aprendizaje en Granada. Han tenido la oportunidad de conocer de primera mano varios recursos educativos, tanto del ámbito formal como del no formal, y de enriquecerse de las maravillas que la ciudad ofrece.
El primer día visitamos la ludoteca de Albolote. Y gracias a Paqui, una ludotecaria que vive por y para los niñ@s del pueblo, aprendimos entre otras muchas cosas, qué es, cómo funciona y qué papel puede tener un técnico en dicho recurso. Posteriormente nos brindaron la oportunidad de disfrutar del parque de educación vial Albolux con un grupo de niñ@s de un cole del pueblo, y de jugar al bingo para consolidar los aprendizajes.
Nos adentramos en «La Casita», un proyecto coeducativo que inició su andadura en 1987, de la mano de dos maestras anticipadas a su tiempo en la escuela de Educación Infantil Francisco Lucilo de Carvajal. Es una fantástica casa en miniatura donde trabajar la igualdad, la conciliación y el reparto de tareas domésticas con niños y niñas de educación infantil.
Por la tarde nos esperaba la Granada International Montessori School en Gójar, donde algunos de nuestros alumnos, por primera vez tuvieron contacto con una escuela de estas características. Un modelo educativo que despertó muchas inquietudes y nos enseñó unas instalaciones preciosas.
Empezamos el siguiente día bastante temprano y con mucho frío visitando el proyecto educativo La Cabaña. Una iniciativa puesta en marcha por un grupo de familias que han decidido que otra educación es posible… Huertos, gallinas y gatos comparten ambiente con un grupo de niños de entre 4 meses a 3 años. El grupo «semillas».
Nos adentramos en una cabaña construida de paja y adobe que escondía en su interior un acogedor espacio delicadamete preparado para el desarrollo integral de los niños y niñas.
Nos quedamos con muchas ganas de conocer más de esta propuesta educativa.
Pero lo mejor estaba por venir… El profesorado elaboró una gymkana con la intención de recorrer lugares emblemáticos de la ciudad realizando pruebas en la que autóctonos y turistas debían participar y ayudar al alumnado a conseguir sus propósitos. Después de disfrutar de la puesta de sol en el mirador de San Nicolás, punto donde finalizaba la gymkana, entregamos los premios a los vencedores y disfrutamos de una merienda en las teterías.
Sin duda ha sido un viaje muy provechoso que repetiremos el curso que viene!
Informa: Sandra López, profesora del ciclo de Educación Infantil