Algunas personas solo ven la parte que tocan y que pisan, la Tierra. Otros sin embargo, como Manuel, miran también al cielo, y entonces tienen la suerte de vivir en un universo infinitamente mayor. Y lo bueno no es solo que lo ven y lo disfrutan a simple vista, especialmente de noche, sino que lo más sorprendente es que con esas máquinas del tiempo, que son los telescopios, pueden estudiar y conocer esos mundos y “viajar al pasado”.
Esta posibilidad junto con la inteligencia e imaginación humanas nos permite plantearnos y contestar preguntas como, cuál es el origen del universo, cómo se va desarrollando y cuál puede ser su futuro.
Manuel fue ilustrándonos de una forma amena sobre estas y otras cuestiones y creemos que produjo en muchos de nuestros alumnos un “pequeño Big Bang” que les abrirá nuevos horizontes en sus universos personales.
Gracias a Manuel por haber estado aquí de nuevo con nosotros.
Informa: Juan Morales