Después de más de mes y medio sin posibilidad de comunicación, por fin puedo (aún no estoy seguro) escribir algunas líneas.
Ayer regrese a Lubumbashi desde la región de Kansenia, que se encuentra a 300 km de esta capital en zona de campo y selva. He intentado comunicarme con vosotros y con otros muchos, pero ha sido imposible hacerlo. Compré un modem USB; recorrí la zona buscando cobertura, anduve con el ordenador a cuestas varias veces 10 km ida y otros tantos vuelta a pie porque me comentaron, casi me aseguraron que en La Cité, el pueblo más próximo, seguro que habría internet. Y nada de nada: iba con mi ordenador, y con las mismas deshacía los 5 km. de la ida.
Ayer llegué a la ciudad, Lubumbashi, y noté una gran diferencia con la zona donde estuve. Me dije: voy a intentar conectarme a internet. Y cuando iba a hacerlo se fue la luz (claro, que llevaba casi el mes y medio de Kansenia sin luz). Así que decidí seguir esperando, como se dice aqui: «veuillez patienter».
A pesar de todo hemos conseguido llevar a cabo el proyecto con el instituto Kadiva de aquella región. He estado dando clase de informática (Word, Excel y Powertpoint, y Estadística) a unos 20 profesores, a alumnos de 6° y 5° (2° y 1° de Bachillerato), pero a un nivel totalmente básico. Creo que ha sido muy provechoso y que ha valido la pena, a pesar de la condiciones verdaderamente deplorables en las que hemos trabajado. También trabajé con un grupo de 6° Técnicas de estudio, y creo que les va a ser de provecho.
Os contaría muchas cosas, pero sería muy largo. La gran dificultad ha sido la falta de electricidad. Al principio teniamos poca luz, pero había algo; luego durante un mes no hemos tenido más corriente eléctrica que la que generaba un grupo electrógeno durante dos horas, que aprovechabamos para cargar la batería de los ordenadores y del proyector que llevé.
Todos, profesores y alumnos, han sido muy agradecidos. Aunque no disponían prácticamente de nada, aun intentaron que celebrasemos una fiesta el último día y trajeron (no sé de dónde) algunas cervezas con cacahuetes y cosas parecidas. Les animé a que no parasen ahora de trabajar e investigar, pues toda la región lo necesitaba.
Regreso a España el día 3 de diciembre. El día 4 por la noche estaré en Córdoba. Espero que nos veamos pronto.
Ayer regrese a Lubumbashi desde la región de Kansenia, que se encuentra a 300 km de esta capital en zona de campo y selva. He intentado comunicarme con vosotros y con otros muchos, pero ha sido imposible hacerlo. Compré un modem USB; recorrí la zona buscando cobertura, anduve con el ordenador a cuestas varias veces 10 km ida y otros tantos vuelta a pie porque me comentaron, casi me aseguraron que en La Cité, el pueblo más próximo, seguro que habría internet. Y nada de nada: iba con mi ordenador, y con las mismas deshacía los 5 km. de la ida.
Ayer llegué a la ciudad, Lubumbashi, y noté una gran diferencia con la zona donde estuve. Me dije: voy a intentar conectarme a internet. Y cuando iba a hacerlo se fue la luz (claro, que llevaba casi el mes y medio de Kansenia sin luz). Así que decidí seguir esperando, como se dice aqui: «veuillez patienter».
A pesar de todo hemos conseguido llevar a cabo el proyecto con el instituto Kadiva de aquella región. He estado dando clase de informática (Word, Excel y Powertpoint, y Estadística) a unos 20 profesores, a alumnos de 6° y 5° (2° y 1° de Bachillerato), pero a un nivel totalmente básico. Creo que ha sido muy provechoso y que ha valido la pena, a pesar de la condiciones verdaderamente deplorables en las que hemos trabajado. También trabajé con un grupo de 6° Técnicas de estudio, y creo que les va a ser de provecho.
Os contaría muchas cosas, pero sería muy largo. La gran dificultad ha sido la falta de electricidad. Al principio teniamos poca luz, pero había algo; luego durante un mes no hemos tenido más corriente eléctrica que la que generaba un grupo electrógeno durante dos horas, que aprovechabamos para cargar la batería de los ordenadores y del proyector que llevé.
Todos, profesores y alumnos, han sido muy agradecidos. Aunque no disponían prácticamente de nada, aun intentaron que celebrasemos una fiesta el último día y trajeron (no sé de dónde) algunas cervezas con cacahuetes y cosas parecidas. Les animé a que no parasen ahora de trabajar e investigar, pues toda la región lo necesitaba.
Regreso a España el día 3 de diciembre. El día 4 por la noche estaré en Córdoba. Espero que nos veamos pronto.
Un abrazo,
Manolo