Hace 5 años unos cuantos alumnos del centro, que están ahora en segundo de Bachillerato, ante las necesidades económicas que veían a su alrededor nos propusieron formar una asociación para paliar un poco algunas situaciones y porque querían hacer algo. Así surgió SOAVE.
No es nada raro que las personas que tienen contacto con desfavorecidos sean las más solidarias. Nuestro alumnado siempre ha destacado por la capacidad de ayuda y desde el Departamento de Convivencia la debemos canalizar. La acción solidaria descubre en la persona la grandeza de ayudar y la ennoblece. Ayuda a aprender a organizarse, a gestionar recursos, a estar pendiente de lo que hace falta, a hacer listas de materiales, a un montón de habilidades que sólo se pueden aprender cuando se hacen y que pueden transmitir en su entorno social más próximo. La acción solidaria siempre tiene un coste: económico, temporal y/o emocional que la persona que colabora aporta voluntariamente.
En el presente curso los alumnos de SOAVE, han realizado las siguientes acciones:
1. RECOGIDA DE MATERIALES ESCOLARES Y ENTREGA A LOS ALUMNOS QUE LOS NECESITABAN PARA EMPEZAR EL CURSO
Los alumnos de SOAVE tienen en el Departamento de Convivencia una gran caja con carpetas, libretas, bolis, reglas, etc. que distintas personas de la comunidad educativa han aportado. Algunos chic@s han limpiado muy bien sus estuches del curso pasado y los han puesto en la caja; otros alumnos los están usando porque ya no queda ni uno. Algunas mochilas, muy limpitas y casi nuevas, ya son portadas por otros compañeros y sólo ellos y sus familias conocen la procedencia. Algunas madres han venido ellas directamente a por los materiales porque sus hij@s se avergonzaban y las chicas de SOAVE, que son un encanto, las hacían no sentirse mal. Algunos alumnos te sorprenden; el otro día, le dice una chica de SOAVE a otra que estaba pasando apuro porque necesitaba casi de todo: “quilla, que lo malo no es ser pobre, lo chungo es no tener vergüensa”. En los recreos viene un chico a traer un sacapuntas “tomad para la caja de materiales“ y sus compañeros le dan las gracias y lo meten en la caja. Otros vienen a pedir algo, si tenemos se lo dan y le dicen “márcalo y cuídalo, que ya no nos quedan muchas libretas”, por ejemplo. El centro ha tenido que comprar algunos materiales; pero pocos, la mayoría proceden de donaciones.
Ya creemos que todos los alumnos del centro tienen materiales para empezar a trabajar.
Los alumnos de SOAVE siguen recogiendo donaciones porque los bolis, los recambios de cuadritos, los folios, las fundas de plástico, etc. se gastan. Algún material se pierde, y siempre es necesario tener para reposiciones. Todo se hace con total discreción.
Os animamos a todos a colaborar.
2. EL ROPERO; ROPA PARA EL BARRIO
Los alumnos de SOAVE se encargan también de la recogida de ropa que es depositada en unas cajas que ellos han preparado y también han hecho los carteles. Recogen la ropa y esta es llevada a la manzana 14 donde acuden familias del barrio, muchísimas, a recoger lo que necesitan y no pueden comprar. Pero antes de llevar las cosas al ropero, separan lo de las tallas de los chicos y chicas de nuestro centro por si alguno necesita algo: zapatillas, sudaderas, camisetas y muchas cosas más son lucidas por algunos de nuestros alumnos y ¡anda que no están guapos! Cuando salen siempre les decimos “y ahora…a portarse bien, que si no te buscamos para quitártelo porque estás desperdiciado”, y se ríen, y averigua tú el caso que nos harán.
3. LOS DESAYUNOS
El curso pasado tras detectar que algunos alumnos pasaban hambre y les dolía el estómago porque no habían desayunado y no tenían bocadillo, los alumnos de SOAVE comenzaron la gestión de alimentos para que los alumnos necesitados pudieran desayunar en el Departamento de Convivencia. A veces, a algún alumno se le olvida el bocadillo y viene a desayunar y al día siguiente trae dos zumos, ”ayer se me olvidó el bocadillo”. Madalenas, galletas, zumos y batidos son los alimentos básicos que se pueden dar. Muchos los compra el centro; pero son algunos los profesores que se llegan con un par de bolsas de vez en cuando. Hay unas niñas encargadas de ver lo que falta: “seño que hay que comprar zumos, que quedan dos, seño que…”
La mejor forma de cambiar actitudes es la colaboración con los iguales en campañas que nos permitan sentir que podemos ser transformadores de las realidades sociales que no nos gustan. Las campañas tienen además el valor añadido de la cooperación y el hacer visible a la comunidad las distintas situaciones que estamos trabajando.
Informa: Lourdes Baena