Los alumnos de 1º. ESO C y D realizaron el 4 de Abril la visita a las instalaciones del periódico “Diario Córdoba”.
Desde el Instituto se les trasladó en autobús hasta el periódico, de tal forma que a las 10:45 ya nos encontrábamos en la recepción del periódico. A las once nos recibió la Relaciones Públicas del periódico. En la Sala de visitas nos hizo entrega de un ejemplar del periódico del día y nos regaló unos pisapapeles con la marca de la casa. Los alumnos, ansiosos, ávidos de lectura, después de los diez minutos de espera, prepararon un soniquete de hojeo de páginas, mientras la Relaciones Públicas que hacía de guía nos contaba la historia del periódico.
Después de esta introducción, pasamos de la Sala de espera a adentrarnos en la Redacción del periódico. Desde unas cristaleras pudimos observar la Sala de redacción separada por secciones donde trabajan todos los periodistas en función de los diferentes apartados del periódico: noticias nacionales, culturales, internacionales..En ese momento, la Sala sólo estaba ocupada por las máquinas de escribir, por los ordenadores y por algunos redactores. La elaboración del periódico obliga a los profesionales periodistas a reunirse en grupos de trabajo dos veces al día a la misma hora: una, por la mañana y otra, por la tarde.
A continuación, proseguimos el recorrido por las instalaciones observando las enormes máquinas y el sistema de engranaje que da lugar a cómo se va fraguando el periódico. Nos llamaron la atención las planchas de escritura con las noticias del día y los enormes rollos de papel que cada día se utilizan para su elaboración, si no recordamos mal alrededor de una tonelada que viene a equivaler a unos 15 kms. ¡Qué pena que las máquinas no estuvieran funcionando en ese momento!
Los alumnos pudieron preguntar aquellas dudas que le surgían en el recorrido y ,a veces, sus preguntas resultaron cuando menos sorprendente. Es interesante como, aunque niños, procuraron imbuírse del espíritu periodístico, y algunos como Lidia decidieron que iban a ser periodistas.
A la una ya estaban de vuelta en el autobús, por cierto, a cuyo conductor animaron con palmas y cantes.
Informa: David Vázquez