El paseo comenzó con la visión panorámica, que desde la Torre de la Calahorra nos recuerda Juan Bernier en su poema Amarillo perfil de arquitectura (…).
Antes de cruzar “el puente viejo” observamos el paraje conocido como los “Sotos de la albolafia” y Abu-Abd-Alla-Mohamed-al-Edrisi, el más famoso de los geográfos árabes, les recordó que el río era navegable, al menos, hasta la época musulmana. Hace casi doscientos años Moratín visitó la ciudad y plasmó en sus escritos una dura crítica a los triunfos de San Rafael que se levantan por toda la ciudad, y con el que nos encontramos nada más cruzar el río, al lado de la Puerta del Puente. A su izquierda recordamos y leímos al gran poeta cordobés que recordaba su tierra desde Granada: Luis de Góngora.
Todo ese esplendor que reflejan el río y las construcciones próximas también tuvo un momento de decadencia y así nos lo recuerdan algunos de los mejores poetas de Al-Andalus como Ibn Guzmán o, ya en la actualidad, Pablo García Baena.
Don Quijote de la Mancha nos mostró un bellísimo lugar de encuentro de pícaros: La Posada del Potro.
Hubo un momento en el que nos despistamos, pero Estebanillo González, otro famoso pícaro de nuestra literatura que recorrió media Europa en el siglo XVII, supo perfectamente donde llevarnos: a la calle Feria, que formaba parte desde la Edad Media de unas zonas segregadas, la de las Mancebías. Aquí mismo nos conducirá varios siglos después Baroja en la Feria de los discretos.
Tras la lectura de un fragmento de El diablo cojuelo supimos que en La Corredera se celebraban juegos de cañas y fiestas de toros.
Cruzando El Portillo, citado en el texto de Baroja, volvimos al recinto de la Medina y pasamos por la calle Cabezas donde recordamos la truculenta historia de los Infantes de Lara.
Por la calle Rey Heredia desembocamos en el Museo Arqueológico, donde una antigua profesora de nuestro instituto, Ana Alba, nos hizo un repaso por la historia de nuestra ciudad. Y con esta visita el paseo terminó. Solo pretendíamos contemplar la ciudad desde un ángulo distinto al que la vemos diariamente, ha sido algo difícil pero hemos comprobado que la ciudad se puede observar de diversas formas.