El 2ª trimestre acaba y son momentos de convivencia.
Cuando la primavera se aproxima la mejor manera de disfrutarla es acercanos al campo. Tenemos la gran suerte de estar rodeados por diferentes tipos de paisajes. Y todos conforman nuestro paisaje vital. El Convenio Europeo sobre el Paisaje señalaba que «el paisaje nos envuelve y conduce nuestra mirada», y que «el paisaje está íntimamente ligado a la calidad de vida». Lo sabemos y en esta ocasión tratamos de disfrutarlo y de vivir experiencias desde la convivencia entre alumnos y profesores de la tarde. ¿Dónde mirar? El lugar elegido son los Villares. Y hacia allá va un autobús y un equipo-piña de 7 profesores, no falta el arroz, ni la bombona.
El camino nos lleva por la solana de Sierra Morena. El paisaje te envuelve desde el primer momento. Los altos se imponen, pero los caminos ya están trazados. Formando parte de Sierra Morena se presenta un paisaje de repoblación de pinares que, con las encinas, forman un monte mixto con matorral mediterráneo típico. El área recreativa nos acoge. Forma parte de la cultura de los cordobeses que preparan aquí sus populares peroles.
Pero antes, paseamos. Buscamos el nacimiento del arroyo de los Pedroches. Este arroyo tan conocido, tiene una longitud de 10 kms. Nace en la cara sur del Torreárboles y desciende una desnivel de unos 540 m hasta Córdoba y el río Guadalquivir. El Cerro Torre Árboles es el punto más alto del municipio de Córdoba teniendo una altura de unos 693 m sobre el nivel del mar. Desde nuestro observatorio privilegiado también vemos la piedra rosa de los riscos del Guadanuño. Estos son un conjunto de áreas graníticas y pizarrosas de elevadas pendiente donde encontramos el cerro de Pedro López de unos 656m. Intuimos a «Pedrolo» y su entorno de gran belleza paisajistica.
Con un merecido café rematamos la jornada. Mañana será otro día. Entregaremos los resultados trimestrales esperando que depare nuevas alegrías.
Teodosio, 17-3-2016