ES LEBE DEUSTSCHLAND UND… ES LEBE BAYERN MÜNCHEN

aa

Ver álbum

Bueno, pues el segundo día en Alemania ha sido todavía mejor que el primero. Estamos ya descansados, y nos sentimos en confianza con la familia y con nuestros correspondientes, así que todo es mucho más fácil y divertido. Hoy viajamos a conocer Munich, o München, como se dice aquí. Pero sobre todo viajamos a conocer el estadio del Bayern de Munich… La visita guiada -y las fotos ilimitadas que podremos hacer- nos dejarán un dulcísimo y deportivo sabor de boca.
 
En el viaje en tren, nuestros alumnos y alumnas comentan los aspectos que les han llamado la atención hasta ahora. Aquí ofrezco un resumen, en sus propias palabras:

  1. Hay niños muy pequeños, de unos 6 años, que viajan solos en el autobús.
  2. Tenemos que quitarnos los zapatos para entrar en las casas e ir en calcetines. “En verdad, es más higiénico”. Yo además tengo calefacción en el suelo.
  3. La ciudad es muy grande y tranquila, y nadie se mete con nadie.
  4. Los padres son muy simpáticos y nos tratan muy bien.
  5. Son muy madrugadores. Cenar a las 18h no va conmigo.
  6. Todo está muy limpio. Todo es muy caro. Todo está muy bien organizado.
  7. No se ven revisores en el metro o en el tren; en Córdoba se colaría todo el mundo.
  8. Es agobiante no saber lo que te dicen, no poder comunicarte.
  9. Los tejados de la casa tan puntiagudos, comparados con las azoteas de Córdoba. (Muchos de ellos duermen en la buhardilla de la casa). Además, hay muchas ventanas.
  10. En dos días, me he montado en todos los medios de transporte posibles; me falta el barco. Nunca había montado ni en tranvía ni en avión. Funcionan de maravilla.

 
Habla Franziska, correspondiente alemana: “Los españoles sois amables y locas. Y muy divertidos. Os quiero todos”.
 
Muchas voces coinciden en señalar que en el 2° día no extrañan aún España.

 
Después de casi dos horas de viaje en tren y en metro, llegamos al impresionante estadio del Bayern de Munich. Hoy en la excursión, por parte alemana, nos acompañan Daniel Fuchs, al que los alumnos conocen porque ya participó en la primera fase del intercambio, y Cristina, una joven que debuta este curso como profesora de español y de francés.
 
El estadio es una verdadera obra de ingeniería pensada para el deleite de los seguidores del Bayern. El guía nos explica con pasión todos los detalles, que Daniel va traduciendo. Tiene un aforo de entre 70000 y 75000 espectadores; está construido en tres niveles; las gradas más alejadas del césped sólo distan 70 metros (frente a los 120 metros del Camp Nou). Hay abonos de todo tipo, abonos VIP e incluso pequeños “apartamentos” con llave a los que sus arrendatarios pueden ir cuando quieran. Cuestan entre 100000 y 300000 € al años (precios de 2005; desde entonces, no se publican).
 
Cuidar el césped acapara los mayores esfuerzos del personal que trabaja en el estadio. Luz y riego artificial, tratamiento especial en determinadas zonas a las que no llega la luz natural. El suelo está ligeramente abombado, con un desnivel de 16 cms que permite evacuar el agua de lluvia, pero no afecta al balón. Etc. Las entradas de andar por casa cuestan entre 15 y 70 €.
 
Recorremos las gradas, visitamos los vestuarios, la sa sala de prensa… Nuestros alumnos retransmiten en tiempo real la visita a través de sus redes sociales, stories en Instagram, etc.
 
2780 placas recubren el exterior del estadio. Se pueden iluminar en una infinidad de colores, pero para salirse del rojo, azul y blanco hay que gestionar una serie de permisos especiales. Funcionan con diodos, de manera que iluminar todo ese macroestadio durante una hora sólo cuesta 20 euros. Philipps está muy contenta con su prodigio luminoso.
 
El Bayern toma el gentilicio de la región, Baviera. Es un club creado deprisa y corriendo por un potentado de la salchicha alemana en los años 80. A pesar de su joven historia, siempre queda finalista o ganador en la liga.
 
Daniel Fuchs ha organizado a todos los alumnos del intercambio en grupos hispano-alemanes de 5 personas. Les encarga que no se pierdan de vista para visitar la ciudad a su aire sin correr el riesgo de perderse. Así que después de la visita, los alumnos y alumnas disponen de un tiempo libre para comer, ir de tiendas y disfrutar de un fantástico día soleado. Compran objetos de recuerdo del Bayern, comen en restaurantes y puestos que no encontrarían en Córdoba, visitan un parque con lago artificial que hay en la ciudad y llegan puntuales a las 16h45 a la estación de tren para regresar a Nuremberg. Entre el traqueteo del tren, la falta de batería en los móviles y el sol de macetilla, nos quedamos todos fritos en las dos horas de trayecto.
 
Mañana vamos al instituto.

 

Informa José Antonio Ramos