Escolares, profesorado, madres y padres, asociaciones y colectivos del Distrito Sur se sumaron este viernes en una acción contra las violencias machistas que recorrió el barrio y tuvo su plato fuerte en una performance en la Plaza del Mediodía, con motivo de la celebración del 25 de noviembre, del Día Internacional contra la Violencia de Género.
Hubo una actuación de los jóvenes, guiados por los alumnos de los ciclos formativos de Mediación Comunicativa y de Animación Social y Turística del IES Averroes, además de leerse un manifiesto en contra de la violencia de género para hacer partícipe a todo el barrio.
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Eduquemos contra la violencia Decía Isaac Asimov que “la violencia es el último refugio del incompetente”. Es una decisión tomada libremente: la de atacar o infligir daños físicos o psicológicos. Así, el que ataca subordina a la víctima a dos caminos: el de la sumisión en vida, o el de la muerte. Es cierto que, en los últimos años la proliferación de campañas, medidas y planes es cada vez más evidente y numerosa. Ahora bien, debemos aprender que, luchar contra la violencia de género, no debe basarse únicamente en gestionarla jurídica y administrativamente. Tenemos que cambiar la realidad machista en la que vivimos; para ello, hay que educar. La educación debe trasladar valores, favorecer el clima necesario para nutrir relaciones de igualdad, y ofrecer estrategias que nos lleven a la lucha contra la epidemia de la violencia de género. No podemos vivir completamente anestesiados frente a la violencia. Es necesario que abramos los ojos ante situaciones y comportamientos cotidianos. Por ello, proponemos cambiar la óptica sobre determinados hechos que incorporamos a nuestra vida diaria con total normalidad: letras de canciones que repetimos simplemente por imitación, sin pensar en el verdadero significado que transmiten; opiniones acerca de maneras de vestir, maquillarse o comportarse en el ámbito de las relaciones, etc. Por eso, a través del arte, de nuestras conductas diarias, y del rechazo explícito más absoluto hacia cualquier tipo de violencia, desde la comunidad educativa del Averroes defendemos que, no sólo durante estos días sino en la convivencia cotidiana, todas nuestras actitudes deben partir de la igualdad, el respeto, la tolerancia y la libertad. Solamente así seremos capaces de cortar esa espiral en la que vivimos, de atajarla de raíz y de evitar que sigamos transmitiéndola a generaciones futuras. Nuestro umbral de la tolerancia debe situarse en el punto cero, porque la violencia no genera más que violencia, debilita nuestra sociedad y rebaja el valor de la democracia. |
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Informa Isaac Candalija