Supongo que lo acertado en estos casos, a la hora de redactar una crónica de una actividad programada y ejecutada en y desde el centro, es ofrecer una información general de la misma. Sin embargo, en determinadas situaciones resulta especialmente difícil que la subjetividad no guíe lo escrito. Esto es precisamente lo que me pasa a mí al hablar del grupo de niñas de segundo; el último año de ciclo de ILSE.
Resulta mágico comprobar cómo la semilla que comenzó a plantarse el año pasado, gracias al trabajo de compañeros tan profesionales como Mónica Rodríguez, y a la colaboración de otros como José Manuel Bernete, no sólo da su fruto sino que se transforma en lo que han llevado a cabo hoy las alumnas de segundo curso del CFGS de ILSE.
Cuando utilizo el término de alumnas no consigo expresar la profundidad y valía que tiene lo que hacen, no sólo en ocasiones como la de hoy, sino en la realidad cotidiana del aula. Todos los días me dan lecciones de humanidad, profesionalidad, honestidad y, por qué no decirlo, de excesiva familiaridad, a veces buena y otras no tanto, en lo que las relaciones de grupo se refiere.
Esta mañana, con su ilusión a la hora de poner en escena diversos clásicos de cuentos y animaciones conocidas por todos y todas, han logrado que los niños y niñas del CEIP Colón (nos visitaron de 09:30-10:30) se fueran con un brillo mágico en los ojos; que los alumnos y alumnas de 1º de la ESO acabaran manteniendo la atención, acompañada de un silencio bastante significativo a mi juicio; y que el alumnado de los CFGS de Educación Infantil, Animación Sociocultural y Turística, y Mediación Comunicativa bailaran y disfrutaran con el trabajo de sus compañeras. Esa es la magia a la que me refería con anterioridad, conseguida también gracias al apoyo de Mª José Jiménez Tubío y Ana Chamorro García-Arévalo.
Es un lujo y un orgullo tener la suerte de poder compartir tiempo con personas de la talla profesional y personal de las chicas que integran el llamado grupo de Si me queréis ILSE.
Informa Balbi Armenta
