Tras haber aterrizado en el día de ayer en el aeropuerto de Málaga, y culminar con buen fin un largo viaje, llega el momento de reflexionar sobre la semana que hemos pasado en Roma, en compañía de amigos y amigas y sus familiares.
Ha sido una semana imborrable en lo personal y en lo cultural. Desde la ruidosa recepción por parte del alumnado italiano a la llegada del avión al aeropuerto de Ciampino hasta la lacrimosa despedida que tuvo lugar ayer en el de Fiumicino han sido días de inmersión en la vida y en la cultura italiana.
Durante esta semana hemos recorrido el renacimiento y el barroco a través de las principales vías, plazas y fuentes de Roma; del Renacimiento tuvimos una buena dosis igualmente por los puentes y plazas de la Florencia de los Medici, que culminó en la visita a la Pinacoteca de los Uffizzi; hemos paseado por el mundo romano siguiendo la ruta de los foros, junto al Coliseo, ante el Teatro Marcello el largo di Torre Argentina o esa ciudad que fue ruidosa y hoy está dormida como fue Ostia Antica; nos hemos acercado, igualmente, al mundo hebraico internándonos en el Ghetto de Roma y en su gigantesca Sinagoga; y hemos quedado impresionados ante la magnificencia de la Plaza y la Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos, lugar en el que quedamos absortos ante las obras de Miguel Ángel Buonarroti y Rafael Sanzio.
Pero junto a lo cultural, lo humano, algo que ha tenido – quizás- más peso en esta intensa semana. Visitar otro centro educativo e introducirnos en su día a día fue una vivencia especial y divertida. Igualmente ha sido una experiencia única el sentirse arropado por unas familias que han respondido con la misma generosidad a la prestada anteriormente aquí por las familias españolas. Señalar que para algun@s el viaje seguirá, pues hay promesas de volverse a encontrar en otro momento.
Por último, resaltar los lazos de amistad que se han establecido entre todos los participantes, porque si buenas han sido las relaciones del grupo español con el italiano, hemos de destacar los vínculos que se han estrechado entre el grupo de veinticinco alumnos y alumnas de este centro, a los que, por otro lado, hay que agradecerles y hacer público su magnífico comportamiento en todo momento.
Informe Fernando Romero